LLEGA POR CUARTO AÑO CONSECUTIVO EL PROYECTO QUE BUSCA REVALORAR LA MÚSICA EN LA ESCENA MEXICANA



“COMPOSITORES EMERGENTES HACIA LAS ARTES ESCÉNICAS. VOL IV”



● Tres coreógrafos, una coreógrafa y diversas maneras de ver la danza se involucraron en el proyecto sin percibir remuneración económica: Jaime Camarena, Rodrigo González, Amada Domínguez y Luis Ángel Cerón.

● Se presentarán el 23, 24 y 30 de abril, y el 1 de mayo en el Teatro Varsovia, ubicado en Varsovia 9, colonia Juárez, en la Ciudad de México, a las 20 horas.



El universo siempre está en constante movimiento: la vida, la muerte, el orden y el caos surgen a través de él. Esa es la premisa de Compositores emergentes hacia las artes escénicas vol. IV, cuatro coreografías cuya música original y diseño sonoro fue creado por seis compositores emergentes.

Por cuarto año consecutivo, Rodrigo Castillo Filomarino presenta el fruto del trabajo de los talleristas, es la rara comunión en la creación conjunta de música y danza de calidad. “El resultado que veremos es sólido, es gozoso”, menciona Castillo Filomarino.

El proyecto busca rescatar la música para las artes escénicas del olvido en el que ha caído por parte de escuelas institucionales de música, al igual que en las privadas, ya que pocas son las que tienen un programa o materias que sirvan a los compositores para conocer este mundo.

“El Centro de Creadores Musicales, que con la materia Taller de Música para las Artes, busca mostrar otro camino profesional a los más jóvenes”, explica Castillo Filomarino, director artístico.

Por ello, Compositores emergentes hacia las artes escénicas vol. IV es resultado de meses de trabajo en el Taller de Música para las Artes Escénicas a fin de presentarlas de manera profesional ante el público, comprometidos con la calidad y el respeto que merece estar y pisar un foro, agrega.

“Para llevarnos a conocer sus inquietudes y su diálogo con coreógrafos experimentados y también más noveles. Un caleidoscopio de miradas bajo el eje del movimiento que es vida, que es danza, que es música”, dice el director.

Para este proyecto, cuatro coreógrafos con diversas trayectorias y maneras de ver la danza se involucraron en el proyecto sin percibir remuneración económica alguna: Jaime Camarena, Rodrigo González, Amada Domínguez y Luis Ángel Cerón.

Las piezas coreográficas que se presentarán son Intersticio, que es una invitación al conocimiento de la persona, llevándonos más allá de lo que sabemos y lo que vemos. Una inmersión en el lado más sólo e íntimo, se explica.

La coreografía está a cargo de Amanda Domínguez; la música original a cargo de Erick López Rodríguez; el diseño y la realización de vestuario es de Amada Domínguez; y los creadores escénicos son Federico Lázaro y Alberto Quijano. Es una producción de Vino al Espectáculo.

Barro, encuentro en movimiento explora la obra de un hombre y una mujer cuyas vidas se entrelazan en un encuentro mágico y efímero; está inspirada en el Génesis del universo y la coreografía sigue el movimiento en aceleración de ambos personajes. Es una coreografía de Jaime Camarena; con música original de Rocío Arce y Patricio Carvallo; y los creadores escénicos son Luis Ángel Cerón y Karla Montes.

Huellas corporales es una exploración de la percepción sensorial, la conciencia y la interacción entre el cuerpo y el espacio a manera de crónicas corporales, destacando la fugacidad y la transitoriedad del momento presente. Es una coreografía de Luis Ángel Cerón; con la música original de César Reyes; los creadores escénicos son Dara Vera y Alinee Arizmendi; y el ressieur está Haydé Valdovinos.

Mientras que Bisana aborda el tema de los que se abandona, lo que se deja. “Desistir de continuar en el mismo sitio, renuncia a lo que se tiene, cuando hay veces que ya no se tiene nada y no hay nada que perder, el abandono de todo para encontrar un nuevo horizonte. Es una coreografía de Rodrígo González; con música original de Jerónimo Llaguno y Adrián Ortiz y Ali Salguero.

La dirección artística de Compositores emergentes. Vol IV está a cargo de Rodrigo Castillo Filomarino; la iluminación es de Antonio Ramírez; y el diseño gráfico y programa de mano es de Eduardo Castillo.

El proyecto agradece a los coreógrafos por su generosidad e involucrarse de manera total en la realización de estas funciones sin percibir remuneración económica alguna. Al CEPRODAC y su directora, la Mtra. Cecilia Lugo, por el préstamo de las instalaciones para realizar ensayos; a José Alberto Gallardo y su Estudio Teatro de la Brevedad; así como a Rodrigo González y Juan Carlos Flores del Teatro Varsovia por las facilidades para la realización de ensayos. A Damián Alcázar, Marcela Aguilar, Elisa Rodríguez, Daniel Paniagua, Hayde Valdovinos, Marlene Coronel, y Popp Cultura por sumar a este proyecto de manera generosa.

Compositores emergentes hacia las artes escénicas. Vol IV se presentará el 23, 24 y 30 de abril, y el 1 de mayo en el Teatro Varsovia, ubicado en Varsovia 9, colonia Juárez, en la Ciudad de México, a las 20 horas, los boletos tienen un costo de $300 y se pueden adquirir en la taquilla y Ticketmaster