Con actividades lúdicas celebran los dos años del Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin



· El recinto se inauguró el 10 de febrero de 2022 en el pabellón cultural del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles



· Para conmemorar su segundo aniversario, mañana se llevará a cabo un programa de conferencias, talleres y tres exposiciones



El 10 de febrero de 2024, el Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin celebrará dos años de su inauguración oficial con el programa de actividades culturales “Tierra de gigantes, segundo aniversario”, dirigidas al público en general, algunas de las cuales se extenderán hasta el 25 de este mes.



“Tierra de gigantes” iniciará a las 11:20 horas, con la ceremonia de inauguración y recorrido guiado de tres exposiciones: Fragmentos del pasado, que reúne una selección de piezas arqueológicas; El latir de Ehécatl en un corazón siena, muestra de pintura, y Yaotequihu, que presenta trajes de combate prehispánico.



A las 12:00 horas se dictará la conferencia “Pleistoceno tardío en el noreste del lago de Xaltocan”, seguida por la Crónica de paleoarte “El mural del museo Quinametzin”; a las 13:05 horas se presentará el ballet folclórico Tlacati macehuani; a las 13:55 horas se dará la conferencia “Nochipa: la mamut de Santa Lucía”.



Las actividades continuarán a las 14:45 horas con el taller “Lotería del Pleistoceno”, a cargo del personal adscrito al Centro de Investigación del INAH; a partir de las 15:35 y hasta las 15:50 horas se realizará la actividad “Fotografía con Nochipa, la botarga del museo”; el programa concluye con la demostración de combate prehispánico “Yaotecameh”, de 15:50 a 16:20 horas.



Las tres exhibiciones permanecerán abiertas al público hasta el 25 de febrero de 2024, y podrán visitarse de martes a domingo, de 10:00 a 17:30 horas.



El Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin fue inaugurado el 10 de febrero de 2022, y un mes después, el 21 de marzo, abrió al público en el pabellón cultural del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Su nombre es un vocablo náhuatl que significa “gigante”, en alusión a la idea que se tenía sobre los fósiles en Mesoamérica: “Cuando encontraban vestigios de megafauna se creía que aquellos huesos de gran tamaño pertenecían a los gigantes que habían creado al mundo en eras anteriores”, explica la presidenta del Consejo de Paleontología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Felisa Aguilar Arellano, quien da a conocer las actividades conmemorativas.



Cabe recordar que la construcción del museo es resultado de la colaboración entre la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del INAH. El guion científico fue creado por investigadores del INAH, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y de la UNAM, especializados en paleontología, arqueología y otras ciencias. La museografía, realizada por el INAH, incluye espacios aptos para personas con discapacidades visuales y auditivas.



Cuenta con seis salas de exposición permanente, una sala para muestras temporales, un jardín temático, salas de interacción digital y de proyecciones en 4K, así como servicios de cafetería, juegos infantiles y tienda de recuerdos.

La primera sala permanente relata la historia geológica de la Cuenca de México, a partir de elementos que nos ayudan a reconstruir el devenir del vulcanismo y el clima durante los últimos 30 millones de años. La segunda sala, habla del origen, la evolución, migración y otras características del mamut colombino y exhibe uno de los esqueletos más completos –con el 96 % de sus restos óseos– recuperados durante el trabajo de salvamento arqueológico en el aeropuerto.



La sala tres brinda un panorama sobre el registro fósil de la Cuenca de México, al mostrar qué organismos de flora y fauna habitaron dicha región, comprendida entre la Ciudad de México, el Estado de México e Hidalgo, hace más de 10 mil años.



En la sala 4 se muestran reproducciones de cráneos humanos y materiales culturales, como puntas de flecha y otras herramientas que permiten reconstruir la historia del poblamiento paulatino de la Cuenca de México. La sala 5 toca la relación entre los fósiles y los imaginarios culturales. La última sala da una síntesis del salvamento realizado en el AIFA.



Un espacio relevante del museo es el Jardín Temático, experiencia inmersiva que reconstruye el paisaje y el ambiente de hace 15 mil años, por medio de proyecciones en 360 grados de elementos visuales y auditivos, y reproducciones escala 1 a 1 de animales como el león americano, el camello y el tigre dientes de sable.