Con las Prácticas Escénicas muestran sus capacidades técnicas, artísticas, corporales e interpretativas



Estudiantes del tercer y quinto semestres de la Escuela Nacional de Danza Folklórica presentaron las obras Teca Sicarú y Piedra del desierto



La Escuela Nacional de Danza Folklórica (ENDF) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) llevó a cabo sus Prácticas Escénicas 2024-1 con la presentación coreográfica de los estudiantes de tercer y quinto semestres, en en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque.



Teca Sicarú es un montaje en el que los participantes abordaron el tema del rol de la mujer istmeña dentro de la familia y la sociedad, con elementos simbólicos sobre la celebración de la vida y la muerte.



“Es una obra que tiene el sello de las y los estudiantes, dentro de un trabajo colaborativo, ya que se ponen en práctica los conocimientos creativos que van adquiriendo durante sus primeros semestres”, señaló la coreógrafa María Fernanda Franco.



Por otra parte, la pieza Piedra del desierto retoma fragmentos de la novela Pedro Páramo, de Juan Rulfo, para plantear temas como la paternidad ausente, la violencia hacia la mujer, la autoridad, el abuso de poder y las tensiones entre la vida y la muerte. “Lo que se construyó en conjunto fue una especie de imágenes metafóricas sobre estos temas”, señaló el maestro coreógrafo Juan Carlos Palma.



Afirmó que las Prácticas escénicas son procesos que las y los estudiantes deben experimentar para su desempeño en escena y formarse como artistas, porque en el futuro ellos ejercerán bailando, dirigiendo o participando en procesos de producción, “y las prácticas escénicas son espacios en donde ellos ejercitan el quehacer profesional”.