Somos el enemigo, unipersonal que reflexiona sobre la miseria y la violencia



Somos el enemigo es una obra unipersonal que cuenta la historia de una niña que vive en la calle, optimista y extrovertida. Después de haber sido separada de su hermano menor, debido a que ambos viven en la calle, La Mari emprende la búsqueda para recuperarlo. Durante su búsqueda ella se enlista en las tropas de las Fuerzas Armadas de La Paz, ¿logrará encontrar a su hermano?



La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Teatro y la compañía Cococó Teatro, presentan Somos el enemigo, de Froylán Tiscareño, Rosaura Pérez Sanz y Raquel Navas Ortega, con dirección de Tiscareño e interpretación de Rosaura Pérez. Esta obra ofrecerá temporada del 3 de abril al 29 de mayo, lunes y martes a las 20:00 horas, en el Teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque.



Este texto nace de la creación colectiva a partir de improvisaciones por parte de los integrantes de la compañía. La propuesta de dirección se basa en el teatro gestual y de imágenes, esencialmente corporal, que permite a la intérprete poder cambiar a partir de la energía y la forma física.



“El estilo del bufón caracteriza a la obra de un humor negro y ácido que progresa durante todo el viaje del personaje. Aplica recursos cinematográficos al teatro, como el uso de planos secuenciales, generales o close up de personajes, en una propuesta escénica llena de movimiento y dinamismo. Todo ello alimentado con partituras de movimiento dinámicas, curaduría musical y una iluminación que acompaña al personaje por los distintos universos de la trama”, dijo en entrevista el director Froylán Tiscareño.



“Este montaje es una progresión de ánimos y sentimientos, es un tratado sobre la miseria y la violencia, su campo de acción es en la imaginación tanto del actor como del público. Se desarrolla en un espacio vacío sostenido por una iluminación que refuerza esta convención en la cual la imaginación es la protagonista”, agregó.



El diseño de vestuario es de Sol Kellan, el diseño de iluminación de Froylán Tiscareño, el diseño de escenografía por parte de los integrantes de Cococó Teatro, el diseño de movimiento escénico a cargo de Rosaura Pérez, Raquel Navas Ortega y Froylán Tiscareño y la musicalización del mismo director.