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Musica 2018-08-05 09:39

La violoncellista Iracema de Andrade ofreció concierto en la Fonoteca Nacional

La violoncellista Iracema de Andrade ofreció concierto en la Fonoteca Nacional

La artista interpretó Pentafonías: Obras para violoncello eléctrico de cinco cuerdas, sonidos electroacústicos y video



Un amplio examen sonoro de resonancias naturales y electrónicas procesadas: ruidos, ecos, murmullos, voces, silbidos, golpeteos, timbres, trinos, graznidos, cacareos y cantos; campanas, lluvia, agua en corriente, pulsos, el viento expandido en el aire y otras sonoridades conjugadas que evocan a la naturaleza y el pulsar de la vida con el espacio acústico, abren infinitas experiencia auditivas que sólo el violoncello eléctrico puede ofrecer.

Pentafonías: Obras para violoncello eléctrico de cinco cuerdas, sonidos electroacústicos y video, fue el concierto que ofreció Iracema de Andrade en la Sala Murray Schafer de la Fonoteca Nacional la noche de este viernes 3 de agosto.

Con una interpretación de cinco obras: Script (2018), de Gonzalo Macías; El crepúsculo de la noche (2018), Ana Lara; Rhythmic structure of the wind III, (versión para cello 2018), Raúl Tudón; Contrapulse (2018), Rodrigo Sigal, y Lucid (2016) de Aldo Lombera, la artista reafirmó su versatilidad y compromiso con las expresiones artísticas contemporáneas.

El programa conformado por obras electroacústicas de reciente creación para violoncello eléctrico de cinco cuerdas exploró un universos sonoros combinados con sonidos electroacústicos difundidos a través de un sistema pentafónico y con proyección de imágenes que pretendió expandir y replantear el concepto mismo de instrumento, que para el público resultó un viaje a la entrada de la vida, al origen de las piezas, generando diversas emociones.

La deconstrucción del gesto musical instrumental y su percepción en el espacio acústico multicanal propició ambigüedades sonoras que a la vez desafían e instigan la recepción del fenómeno musical.

Al origen de esta pieza Script, había la idea de elaborar un documento que contuviera todo: sonido, interacciones cello y cinta, ecos, timbres, densidades, movimientos (de los sonidos en cinco canales de difusión), comentó su autor, Gonzalo Macías.

Pero durante el proceso de construcción, el paisaje sonoro del lugar en donde fue compuesta la pieza (con pájaros y ruidos de la Ciudad de México), hizo que dicho script se fuera transformado para integrar, poco a poco, dichos elementos sonoros. “Se trata de una pieza abstracta con un juego sonoro muy elaborado”.

El crepúsculo de la noche “es una exploración sonora y un exorcismo de los demonios de la noche”, explica Ana Lara en la notas del programa y Raúl Tudón señala que si pudiéramos imaginar el viento iluminado por microscópicos haces de luz ligeramente visibles a la vista humana y fuera posible ver todas y cada una de los millones de formas que pudiera tomar con cada cambio de velocidad, dirección, temperatura y cada una de las posibles e interminables variedades, ante nuestros ojos, se derivaría un infinito mundo de luces, colores y estructuras inimaginables.

“Las variables que ya existen en la cinta junto con la libertad que tiene el instrumentistas hace de esta obra un continuo y excitante reto al oído y a la imaginación, gracias a su siempre cambiantes resultados”.

Rodrigo Sigal dedica Contrapulse a Iracema. “La pieza intenta trabajar con la idea de lo opuesto al pulso, un pulso que no es necesariamente evidente, pero que existe en múltiples niveles. El pulso tímbrico es el ámbito en el cual la pieza se desarrolla sin olvida del pulso rítmico como elemento estructural”.

En Lucid, Ado Lombera expone que el personaje principal de la obra es un meta-chelo con crisis de identidad. Por un momento escapa de la rutina, abre los ojos y se da cuenta que existe aquí y ahora. No tiene idea de lo que es, ni cómo llegó a ese momento. Sin querer pensar más, aprovecha la fuga para explorase.

Iracema de Andrade es doctora en interpretación musical, con Mención Honorífica por la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con especialidad en el campo del repertorio contemporáneo para violoncello y medios electroacústicos.

Ha sido ganadora de la Medalla Alfonso Caso al Mérito Académico 2010 otorgada por sus destacados estudios doctorales. En Inglaterra realizó estudios de Maestría en la University of West London y obtuvo el Fellowship Diploma y el Certificado de Estudios Avanzados del London College of Music.

En Brasil, estudió en la Universidad de São Paulo, en donde obtuvo la licenciatura en música. Desde el año 2000 se desempeña como profesora en la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Como promotora de la música electroacústica ha gestionado proyectos como el Seminario Mexicano de Música Electroacústica del Cenidim, del cual ha sido coordinadora. Como conferencista, sobresalen sus participaciones en el marco de diferentes ediciones del Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, así como en el Electroacoustic Music Studies Internacional Conference – EMS y en la Universidad de la Sorbona de París.

AAD

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