Julia Lezhneva y la orquesta de cámara Les Violons du Roy conquistaron el Palacio de Bellas Artes



· Ofrecieron al público música de Georg Friedrich Händel y Antonio Vivaldi



El Palacio de Bellas Artes, máximo recinto cultural del país, fue testigo por primera vez del talento y calidad de la soprano rusa Julia Lezhneva y la orquesta de cámara Les Violons du Roy (Los violines del rey), que compartieron el escenario principal del recinto este sábado 9 de junio en un concierto memorable con música de dos de los más importantes compositores de todos los tiempos: Georg Friedrich Händel y Antonio Vivaldi.

El ensamble canadiense, bajo la batuta de su director fundador, Bernard Labadie, comenzó la velada con la Obertura de Giulio Cesare in Egitto, para luego dar entrada a la joven cantante, poseedora de una voz de “belleza angelical” según el New York Times, quien conquistó a los asistentes con su elegante vestido blanco con detalles dorados, pero más con su interpretación del aria Da tempeste il legno infranto.

Con la presencia de la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, Lidia Camacho, el concierto continuó con el Concerto grosso en re mayor, op. 6 núm. 5, a cargo de Les Violons du Roy, mientras que Lezhneva dio voz al aria Brilla nell’alma de la ópera Alessandro.

Para la segunda parte de la presentación, el público pudo escuchar el Concerto grosso en si bemol mayor op. 6 núm. 7 y la Obertura de la ópera Agrippina, obras con las que el ensamble demostró su conocimiento y dominio del repertorio de los siglos XVII y XVIII, para el que utiliza instrumentos como el archilaúd y el clavecín, así como réplicas de arcos de la época.

Del oratorio El triunfo del tiempo y del desengaño, la soprano rusa interpretó también las arias Un pensiero nemico di pace y Lascia la spina.

Hasta ese momento, el programa estuvo dedicado al compositor alemán Georg Friedrich Händel, sin embargo, fue Agitata da due venti de la ópera Griselda, del italiano Antonio Vivaldi, la pieza encargada de cerrar la velada musical.

Tanto Julia Lezhneva como Les Violons du Roy fueron ovacionados por los asistentes, quienes pudieron escuchar, a manera de encore, un breve Aleluya y la repetición de Lascia la spina.