Barro Rojo Arte Escénico estrenará dos piezas en el Teatro de la Danza e interpretará una más de repertorio



· Tres de cuatro es el título del programa que el grupo bailará el jueves 12, sábado 14 y domingo 15 de abril



Barro Rojo Arte Escénico ha preparado un programa que surge en un momento en el que sus integrantes consideran el futuro como reto y el presente como fortaleza para encontrar todo aquello que la senda de la danza les depare. La selección que presentará la compañía incluye dos piezas de estreno y una representativa de su repertorio, de esta forma reafirma la razón por la cual es una de las agrupaciones referentes en el movimiento escénico contemporáneo.



Tres de cuatro es el título de su programa, el cual estará integrado por las coreografías de estreno Instrucciones para después del Apocalipsis, así como Apuntes y anécdotas, y la pieza de repertorio No me voy, sólo vuelo, las cuales serán interpretadas en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque el jueves 12 de abril a las 20:00, el sábado 14 a las 19:00 y el domingo 15 a las 18:00.



En entrevista, Laura Rocha, directora artística del grupo, explica que la conformación de este programa surge del interés de mostrar el diálogo y el contraste que existe entre creadores de distintas generaciones; así como las necesidades artísticas y estilísticas que al interior de la compañía generaran una conversación artística contundente que les abre nuevos rumbos.



Sobre las temáticas –continua la coreógrafa y maestra—, el público podrá detectar asuntos que no le resultarán ajenos: “Las obras responden a necesidades, inquietudes y preocupaciones de jóvenes en esta época de grandes contrastes sociales, económicos y naturales. Va desde la mirada apocalíptica, pasando por el fin de la cultura y la normalización de la barbarie, hablamos de los secretos de familia, de las cosas no dichas, testimonios de sucesos escondidos”, dijo la docente de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Instituto Nacional de Bellas Artes, en la especialidad de Danza Contemporánea.



Sobre lo que Barro Rojo siempre busca dejar en el espectador, su directora reitera: “La compañía no huye a la realidad, la expone, la evidencia, la convierte en un fenómeno estético con el fin de que un espectador al azar se sienta tocado y que al mismo tiempo se asuma como parte del proceso creativo, porque son él y su cotidianidad los protagonistas y coautores de la obra que observan desde las butacas. Queremos que el espectador se sienta identificado de manera profunda ante la exposición de situaciones complejas y habituales que dejan traslucir hechos de análoga gravedad ahora y hacia el futuro”.



La pieza Instrucciones para después del Apocalipsis, del coreógrafo Roberto Solís, recrea un momento posapocalíptico, un tiempo desolado, árido cuan desierto, casi muerto, donde son pocos los sobrevivientes; muestra a una humanidad enferma que se ha destruido así misma por el poder, la violencia, la soledad y el egoísmo.



Mientras que Apuntes y anécdotas, del coreógrafo Miguel Gamero, parte de los recuerdos cotidianos de una vida compartida, de esos lugares y paisajes que nos demuestran que la vida no es un ensayo ni un cuento.



Finalmente la obra No me voy, sólo vuelo, creada por Francisco Illescas y Laura Rocha, muestra las emociones y sentimientos que surgen de los lazos filiales, parte de aspectos como la ausencia del padre, el resentimiento y la separación de los hijos de sus padres cuando deciden emprender su propio camino alejados del seno familiar.



En cuanto a la propuesta escénica de este programa, la directora de Barro Rojo comenta que estas obras buscan generar la convención de atmósferas a partir de elementos escenográficos y lumínicos que propician la construcción de un universo estético que, apoyado con la música, busca involucrar al espectador en una experiencia estética de onírica naturaleza.



Para concluir, Rocha se muestra contenta con la programación de estas piezas porque la compañía ha iniciado un proceso de crítica profunda del por qué y cómo crea: “Surgió la necesidad de generar vías de diálogo que abrieran espacio al cuestionamiento y la investigación, concluyendo en la necesidad de establecer otros modelos de conceptualización, montaje y producción”.