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Libros 2015-06-01 16:56

Amigos recordaran al poeta Max Rojas




Amigos recordarán al poeta Max Rojas



Ø Ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada 2009 por Memoria de los cuerpos

Ø El martes 2 de junio participarán Israel Ramírez, Iván Cruz Osorio, Joselyn Pantoja y Julio Trujillo

Ø Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes a las 19:00 horas





En vísperas del que sería su cumpleaños 75 y a poco más de un mes de su fallecimiento, el martes 2 de junio a las 19:00 horas amigos y familiares se congregarán en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes para recordar a Max Rojas, “el poeta de los cuerpos y las sombras”.



En un evento organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Israel Ramírez, Iván Cruz Osorio, Joselyn Pantoja y Julio Trujillo hablarán de la vida y obra del ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada 2009 por Memoria de los cuerpos.



Desde sus primeros poemas incluidos en El turno del aullante (1983), la obra de Max Rojas es una evocación de fantasmas y sombras, un preludio de la muerte, una elegía de sí mismo.



Para Iván Cruz Osorio, amigo de Jorge Juan Máximo Rojas Proenza (Ciudad de México, 4 de junio, 1940 – 24 de abril, 2015), Las quejumbres del agónico o El final de todos los jolgorios hubieran sido los posibles nombres que el poeta le hubiera dado a este acto de evocación y remembranza que organiza el INBA.



“Era un poeta con una gran voz y gran presencia. Tenía un humor negro tan delicioso que te reías. ‘Ya debería morirme’, decía debido al sentimiento de muerte que siempre lo acompañó. Era un hombre que vivía en esto que llamaba Fernando Pessoa la saudade. Ese concepto nostalgia se puede acercar, pero yo me refiero a la saudade como forma de vida”, compartió el editor, poeta y ensayista Iván Cruz Osorio.



Desde muy joven, Max Rojas se rodeó de grandes pensadores como Juan de la Cabada, Efraín Huerta o Emilio Prados, de quienes aprendió el arte de la conversación: “De todos estos viejos maravillosos de los que Max hablaba maravillas y con quienes se sentía muy identificado, aprendió sobre todo el arte de la conversación, de sentarse a beber un vodka tonic o un ron con sus amigos cubanos.



“Aprendió mucho de estos personajes y sus muertes lo marcaron muchísimo. De hecho, Cuerpos, este poema enciclopédico, si uno se fija, puede ser visto como un libro de fantasmas, apariciones y lémures”, comentó.



Cruz Osorio explicó que la poesía para Max Rojas era una catarsis ante sus propios momentos de desesperación. “Pude rastrear que en realidad estos poemas eran creados cíclicamente. Por ejemplo, El turno del aullante fue creado entre 1958 y 1971, y es un lapso de tiempo bastante grande. Cíclicamente, Max tenía estos momentos de crisis, en que exprimía las palabras de una forma amarguísima”, resaltó.



Max Rojas publicó su segundo poemario Ser en la sombra (1986) once años después de haberlo terminado. Al respectó, Cruz Osorio señaló que a partir de 1975 el autor decidió dejar la poesía y sus militancias políticas para dedicarse a trabajar, casarse y tener hijos.



Después de una larga ausencia literaria, comenzó a escribir el poema Cuerpos, del cual sólo se ha publicado la serie de libros: Memoria de los cuerpos. Cuerpos 1, Sobre cuerpos y esferas. Cuerpos 2 (2008), El suicida y los péndulos. Cuerpos 3 (2008), Prosecución de los naufragios. Cuerpos 4, Las escrituras del silencio. Cuerpos 5 y Separación de los amantes. Cuerpos 6.



A partir de El suicida y los péndulos. Cuerpos 3, ya no hay nada, es lo que aparentemente puede ser un caos. Yo, a esto que muchos han llamado “caos poético”, yo lo llamo “nuestro primer poema laberíntico en México”, dijo Cruz Osorio.



Y agregó: “Es un poema en el que se entra y se abre un universo. La estructura lineal se descompone y estamos en un laberinto en que, a medida que se avanza, se van encontrando referentes, pero no es que se vayan dado, es que de alguna forma la estructura laberíntica los está dando para recordar qué esquina es ésta, cuál es aquélla”, indicó.





Para Max Rojas, Cuerpos es su testamento, su legado poético, de memoria y olvido. “En Cuerpos se deja ver esta búsqueda ontológica de su ser mismo y de otros seres. Crea incluso un universo total. Max construyó `un poema de la memoria` ”, de cómo eran sus amores, sus amigos, sus conversaciones, y de pronto entra en conflicto con él mismo.



La actividad del martes 2 de junio a las 19:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes será un buen momento para estar con Max, su familia y sus amigos. Creo también en esos lémures y creo que Max estará allí”, concluyó el entrevistado.

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