Durante 2017, la Orquesta Sinfónica Nacional ofreció más de 50 conciertos para cerca de 60 mil personas





· Uno de los éxitos del año es que todos sus programas contaron con la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes totalmente llena, dijo el titular de la agrupación, Carlos Miguel Prieto





Durante 2017, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) ofreció dos temporadas con 20 programas dobles en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, así como conciertos especiales en la capital y en diversas ciudades de la República, que resultaron en más de 50 conciertos para un público cercano a los 60 mil espectadores, quienes disfrutaron la música de concierto de todos los tiempos, de autores nacionales y extranjeros. Así lo informó el director artístico de la agrupación, Carlos Miguel Prieto, al hacer un balance de las actividades del año.



“En lo personal, cuando hago un balance, siempre veo antes las tareas que quedaron pendientes, pero es necesario reconocer que 2017 ha sido un año de grandes retos que se transformaron en grandes logros. Eso es indudable. Uno de ellos, el más importante, creo, es el hecho de que se realizaron todos los programas anunciados, con obras de los más importantes autores mexicanos y extranjeros de todos los tiempos, con la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes totalmente llena en las dos sesiones semanales”, expresó el titular de la agrupación.



Esta asistencia copiosa en los últimos doce meses se observó tanto en los programas integrados por obras clásicas, como en los estrenos mundiales, pasando por los conciertos familiares, la música para cine, homenajes y conciertos especiales, agregó el director.



“Contamos con un público que nos sigue y que siempre viene al Palacio de Bellas Artes, no solo a los conciertos familiares o al de Navidad, sino que tuvimos llenos en todo el año. La respuesta siempre ha sido generosa por parte del público que ama la música de concierto. Me parece que esto es saludable para la Orquesta, para el propio público y para una gran institución como el INBA.



“A lo largo de los años recientes, y en 2017 especialmente, el público ha asistido a ver y escuchar a una orquesta que se ha ido renovando constantemente, tanto en repertorios como en músicos integrantes. Algunos maestros se han jubilado y otros más jóvenes han llegado, de tal forma que, quien ve a la Orquesta Sinfónica Nacional, ve a una orquesta renovada, reforzada, siempre dinámica y activa”.



La primera temporada de la OSN se realizó de enero a junio con una gran cantidad de obras muy variadas, con solistas y estrenos mundiales de piezas mexicanas e internacionales, y un acento especial en el piano.



La apertura de la primera temporada 2017 tuvo dedicatoria especial para niñas y niños, ya que, bajo la dirección de Arturo González, la OSN interpretó, de Eduardo Gamboa, El pájaro Ku y La leyenda de los volcanes, con la participación del actor Mario Iván Martínez como narrador. Luego le siguió el primer homenaje del año, al compositor italiano Nino Rota, reconocido por su aportación musical al cine italiano del siglo XX y ganador de un Óscar a la mejor banda sonora por El padrino II en 1975.



En junio, la agrupación ofreció el estreno en México de La Pasión según San Marcos del compositor argentino Osvaldo Golijov. “Las dos sesiones tuvieron llenos impresionantes”.



Asimismo, se hizo el estreno mundial de Hominum de Gabriela Ortiz; del Concierto para violín y orquesta de Alexis Aranda, en el cual participó el joven intérprete Alfredo Reyes Logounova, y del Concierto para flauta y orquesta de Arturo Márquez, con Elena Durán como solista.



“Además, la lista de solistas y directores huéspedes que hemos tenido este año haría que cualquier orquesta del mundo se sintiera enormemente orgullosa”. Entre ellos se encuentran los británicos Michael Collins (clarinetista) y Peter Donohoe (pianista), el violonchelista español Pablo Ferrández y los franceses Nicolas Dautricourt (violinista) y Sylvain Gasançon (director).



“La programación de este año fue intensa, diversa y generosa al acompañar los momentos más importantes de la vida social del país. Por ejemplo, celebramos a la Constitución de 1917 con obras de Silvestre Revueltas y Carlos Chávez, e hicimos varios homenajes, entre ellos uno muy importante a Amalia Hernández con un repertorio que lo podríamos hacer diez veces más y en todos sería la misma respuesta entusiasta del público, seguramente.



“Esto es muy significativo porque la OSN ha tenido contacto con otros artistas, pero no lo había tenido con el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández. Esto vale mucho la pena y nos enriquece. Sin duda, una experiencia que podríamos repetir en el futuro con más artistas.



“Por otro lado, tuvimos una presencia importante en otros escenarios. Fuimos al Festival Internacional Cervantino con el homenaje a Stanley Kubrick, muy bien dirigido por José Luis Castillo. Fue muy emocionante ver a la gran cantidad de jóvenes disfrutando el concierto. Eso es muy positivo. También hicimos conciertos en León, Guanajuato, y en Cuernavaca, Morelos. En noviembre ofrecimos dos conciertos con Carmina Burana ante más de nueve mil personas en una noche y diez mil más al día siguiente. Fue una experiencia muy gratificante para toda la Orquesta.



“Algo muy loable que es necesario destacar es que muchos grupos pequeños de la OSN salen constantemente a tocar a diferentes partes del país. Este año, por ejemplo, fueron a Morelos y Puebla, sobre todo después de los sismos de septiembre, a compartir con la gente y a colaborar en la reconstrucción de las ciudades afectadas. Tenemos muchas propuestas para dar continuidad a esta labor.



“Esta y otras actividades de la OSN no se conocen mucho, pero hay que reconocerlas porque es muy gratificante que vaya un cuarteto, un quinteto, con la representación de la Orquesta, y así estuvimos en Jojutla, Hueyapan, Tetela del Volcán. Eso lleva el compromiso y el nombre de la OSN a diferentes partes del país.



“Este año ha sido ciertamente difícil para el país, pues vivimos una emergencia terrible por los sismos. Ante ello, la OSN siempre estuvo acompañando a la gente con su música, como un aliciente. Después de los sismos, a las dos semanas ya estábamos tocando con un recinto lleno, y eso es muy importante para la Orquesta. No cualquier público responde de esta manera. Esos son alicientes que hacen de la OSN una agrupación comprometida.



“Tenemos que valorar dónde estamos, qué lugar tiene la Orquesta y qué aceptación tiene del público, para no solo seguir haciendo lo que se está haciendo bien, sino también para no tenerle miedo al futuro y hacer propuestas de obras nuevas, de compositores con ideas diferentes.



“El año 2017 lo pudimos transitar de manera exitosa gracias a la generosidad de los asistentes que nos siguen en cada concierto, y de cada uno de los integrantes de la OSN. Ese apoyo que nos dan en cada concierto con su presencia y su entusiasmo es la razón por la que seguimos aquí”.



Por otro lado, resaltó la transmisión en vivo de los conciertos de la Orquesta en la pantalla gigante ubicada a un costado del recinto de mármol para llegar a un mayor número de espectadores, así como a través de siete señales de amplitud modulada y frecuencia modulada en la Ciudad de México y Mérida, y en onda corta, señal satelital, on demand y vía internet.