Hasta el 5 de noviembre





Donan obra del impresor Antonio Vanegas en apertura de Jornada de Día de Muertos en el MNCP



· Ofrendas y altares, muestra gastronómica y artesanal, talleres, presentaciones musicales y teatrales forman parte de esta jornada cultural



Con la festiva interpretación de la banda de viento La indestructible de Román, proveniente de la delegación Tláhuac, inició la Jornada Cultural dedicada al Día de Muertos en el Museo Nacional de Culturas Populares, que este año dedicará siete de sus altares y ofrendas a algunos de los más de 140 Pueblos Originarios y Barrios de la Ciudad de México.



El acto inaugural fue presidido por Jacinto Chacha Antele, titular de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU) de la Secretaría de Cultura, Rodolfo Rodríguez, director del Museo y Rosa Isela Rodríguez, responsable de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades de la Ciudad de México (SEDEREC), quien se coordinó con cada uno de los pobladores de los barrios capitalinos para el montaje de las ofrendas y altares.



Se reconoció a esta conmemoración como patrimonio cultural de todos los mexicanos y a “La festividad indígena dedicada a los muertos” como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad”, además de un elemento preponderante en la cosmovisión de los pueblos originarios de la Ciudad de México.



El acto de apertura también fue escenario para anunciar la donación al Museo Nacional de Culturas Populares de una obra del impresor y editor poblano Antonio Vanegas Arroyo, en el centenario de su muerte. Ésta fue entregada por Inés Cedeño Vanegas, en representación de Ia familia del homenajeado.



“Sabemos que fue un personaje extraordinario en el ámbito de la cultura, así como en los procesos revolucionarios y posteriores”, destacó el titular de la DGCPIU, Jacinto Chacha. Señaló la aportación del editor con las llamadas hojas volantes, “que circularon por los estados de Morelos, Guerrero, Estado de México, Puebla, Tlaxcala y parte de la Ciudad de México, informando sobre los grandes acontecimientos”.



Vanegas Arroyo fue célebre por publicar gacetas callejeras, corridos y múltiples escritos que circularon, muchos de ellos ilustrados por José Guadalupe Posada, y antes por Manuel Manilla. Su obra se podrá apreciar en la exposición Hojas Sueltas. Antonio Vanegas Arroyo. Gráfica Popular en el Patio Moctezuma.



La responsable de la SEDEREC, Rosa Isela Rodríguez, expresó que esta jornada cultural forma parte de la recuperación frente a lo que ha acontecido en el mes de septiembre en la Ciudad de México. “Es parte de lo que podemos hacer para recuperar lo que somos como capitalinos. Esta fiesta de los muertos significa también recuperar nuestro sentido de patrimonio cultural de los Pueblos y Barrios Originarios”.



Los asistentes apreciarán en el patio Quinta Margarita las ofrendas y altares elaborados por los pobladores de San Pedro, San Juan Ixtayopan y Santiago Zapotitlán, en Tláhuac; Santa Cruz Acalpixca y San Luis Tlaxialtemalco, en Xochimilco; San Antonio Tecómitl, en Milpa Alta; y San Agustín de las Cueva, en Tlalpan.



Esta fiesta incluye la presentación de las bandas de viento, las comparsas de chinelos de Tlalpan, los huehuenches de Santa Isabel Tola de Gustavo A. Madero, los charros de San Sebastián y de San Lorenzo Tezonco en Iztapalapa; así como la representación de La Llorona a cargo de los habitantes del pueblo de Santa María Malinalco en Azcapotzalco. Aunado a ello, se ofrecerán talleres de elaboración de estrellas de papel china, de calaveras de chilacayote, globos de cantolla y máscaras de calavera a base de cartón.



En los patios exteriores del museo, los visitantes podrán disfrutar de una expoventa, en donde productores provenientes de Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan e Iztapalapa, así como de Oaxaca y el Estado de México, exhibirán pan de muerto, antojitos a base de maíz, dulces tradicionales, flor de cempasúchil y plantas medicinales, artesanías de barro, cartón y palma.



La muerte tiene una gran relación simbólica con el ciclo de vida del maíz, por ello la presencia de la misma en muchos de los productos que se ofrecerán en esta expo venta gastronómica y artesanal. Se pensaba que así como el maíz al terminar su ciclo de vida dejaba una semilla contenida en la mazorca y en el grano, también los seres humanos dejaban contenida la semilla en el hueso, la calavera, el esqueleto y eso permitía que eso diera origen a un nuevo ciclo.



Vicente Valdés de la Rosa, artesano de máscaras de calavera de cartón del pueblo de Santiago Zapotitlán, en Tláhuac, comentó que la intención es exaltar la cartonería mexicana. “Estas máscaras simulan un zompantle y están decoradas con semillas del maíz de colores que se siembra en las milpas de Tláhuac. Es la representación de la muerte y la vida”.



Miriam Alvarado, nativa de San Pedro Atocpan, Milpa Alta, es vendedora de mole, actividad heredada de sus abuelos. “Es costumbre y tradición en nuestro pueblo hacer los romeros con mole, nopales, camarones y papa, que se les ofrecen a quienes nos acompañan a sepultar a un familiar o el día 2 de noviembre, cuando con una ofrenda recibimos a los adultos fallecidos”.



Laura Padilla, del pueblo San Antonio Tecómic, quien se dedica a la transformación de alimentos cuya base es el nopal, los distintos tipos de maíz y avena, destacó un postre de su comunidad. “Traemos este dulce que se llama panteduro, hecho de maíz azul con miel de abeja y que es muy típico de nuestro pueblo. Es de origen prehispánico, sólo se consume en el pueblo y se coloca en la ofrenda el Día de Muertos a los abuelitos y bisabuelitos. Desgraciadamente se ha perdido la tradición, pero intentamos rescatarla con un producto al que llamamos burritos, una especie de palomitas, con las que buscamos la consuman las nuevas generaciones”.



Desde San Antonio Tecómic, Luis Gutiérrez Romero, director cultural de la revista Crisol Mágico del Sur, también invitó al público a acercarse a las letras a través de esta publicación, la cual recupera las leyendas, tradiciones, mitos y cultura en general de los pueblos originarios. El número 2 de la misma está dedicado a las fiestas del Día de Muertos.



Norma Bustamante, originaria de Tláhuac, ofrecerá a los visitantes el sahumerio, copal y la mirra, empleados en las ofrendas para guiar a los muertos tanto en su llegada como en su partida rumbo al Mictlán. “También traemos la herbolaria mexicana, algunas plantas que se producen en el pueblo para seguir con la tradición. Estos conocimientos del uso de las plantas medicinales fueron legado de mi abuelo”.