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Teatro 2017-10-20 21:27

Escenificará este viernes Las lágrimas de Edipo en el Teatro Cervantes

Escenificará este viernes Las lágrimas de Edipo en el Teatro Cervantes



Inflamación del verbo vivir, una obra que aborda el deseo de existir



· El creador canadiense de origen libanés Wajdi Mouawad participa en el 45 Festival Internacional Cervantino con dos montajes

Guanajuato, Gto. ¿Cómo recuperar el deseo de existencia? Esa es la pregunta que resuena en la puesta en escena Inflamación del verbo vivir que se presentó la noche de este jueves 19 de octubre en el Teatro Cervantes en la ciudad de Guanajuato como parte del 45 Festival Internacional Cervantino.



La propuesta creada, dirigida, y actuada por el canadiense de origen libanés Wajdi Mouawad fue ovacionada por el público; en ésta se conjugan el teatro con el cine para contar una historia que parte de Filoctetes, héroe trágico de la mitología griega.



“No se parece a ningún espectáculo que haya hecho antes y eso es algo fundamental, llegar a un lugar absolutamente nuevo para mí. Soy alérgico a la repetición”, dijo Mouawad, conocido en México por el director Hugo Arrevillaga, quien ha montado su tetralogía La sangre de las promesas y una versión de Las lágrimas de Edipo.



Sobre una enorme pantalla hecha de finas tiras elásticas, se proyectan videos, a manera de escenografía, donde se observan lo espacios y personajes que forman parte de la trama, mientras el actor entra y sale de ella, generando un juego visual.



A pesar de que podría describirse como un “film teatralizado”, en un conversatorio al final de la función, el propio autor lo describió como teatro apoyado de medios cinematográficos y audio.



En Inflamación del verbo vivir, Wahid es un director teatral que intenta trabajar en la puesta en escena de Filoctetes, guerrero que tras ser mordido por una serpiente, es abandonado por Ulises en la isla de Lemnos para no perturbar al ejército de los Atridas. Diez años después, el oráculo predice que sólo con el arco que está en su poder podrán vencer en la guerra de Troya por lo que Ulises envía a un adolescente para que recupere el arma.



Sin embargo, Wahid, se enfrenta a la muerte de su amigo, el traductor de la obra, y en medio de una crisis existencial y creativa viaja a Grecia en busca de antiguos héroes para recuperar el gusto por la vida: “Vengo de una época que perdió la confianza en sí misma y se emociona con nimiedades como un teléfono celular”, dice el protagonista con desconcierto.



En su periplo llega al inframundo con Hades, se encuentra con almas abandonadas, perros, basura, dioses y poetas que le invitan a inventar nuevas palabras que hagan reír y llorar a los muertos y a los vivos.



“Me obsesiona la ruptura brutal de lo cotidiano. Cómo le hacemos cuando de un momento a otro caemos en la pérdida más trágica que puede ser la de un hijo, la persona amada, o un amigo, y me refiero a una pérdida en todos los sentidos. ¿Qué hace cuando de pronto, nada pueda tener la menor importancia, ese momento en que nos preguntamos qué razón tenemos para vivir?”, se preguntó Wajdi Mouawad.



El actor, dramaturgo y director reconoció que la mayoría de sus obras comienzan con el fallecimiento de alguien, pero no es la muerte lo que le obsesiona, sino la persona viva que debe sobreponerse a ella.



La presencia de Mouawad en el Festival Internacional Cervantino continúa este viernes 20, a las 18:00 horas en el Teatro Cervantes con la función de Las lágrimas de Edipo, que se presentará en un contexto distinto a la adaptación hecha por Hugo Arrevillaga, en 2016, a partir de la realidad mexicana.



Se trata del relato de Edipo, quien luego de ser desterrado, busca un lugar donde pasar el último día de su vida guiado por su hija Antígona, pero un corifeo trae noticias de la Atenas moderna en crisis: la ciudad enfurecida llora el asesinato de un adolescente a manos de la policía durante una protestas en Exarchia en 2008.



El sábado 22, a la misma hora y en el mismo recinto, Inflamación del verbo vivir y Las lágrimas de Edipo, se presentarán juntas bajo el título Moribundos, debido a que las dos obras ponen en escena una relación real con la muerte, dijo el creador canadiense.



CGP

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