Con tres nuevas muestras, el Museo Tamayo Arte Contemporáneo

continúa su programa expositivo


· Presenta Las relaciones mentales, primera retrospectiva en México del artista argentino Eduardo Costa



· En Los animales muertos Jorge Satorre crea una narrativa detectivesca que oscila entre hechos históricos y ficcionales



· Con Angazi, pero estoy seguro el colectivo sudafricano Chimurenga hace del recinto una estación de radio





El Museo Tamayo Arte Contemporáneo, del Instituto Nacional de Bellas Artes, continúa su programa expositivo con tres nuevas exhibiciones que muestran estéticas disímiles propuestas por el argentino Eduardo Costa, el mexicano Jorge Satorre y el colectivo sudafricano Chimurenga.



Esta semana el recinto abrió sus puertas a nuevas miradas dentro del arte, una de ellas es Las relaciones mentales, primera retrospectiva fuera de Argentina de Eduardo Costa, que se podrá disfrutar hasta el 7 de enero de 2018.

La muestra exhibe el trabajo que el artista ha desarrollado en las últimas décadas conocido como pinturas volumétricas, las cuales son piezas que resultan de la superposición de capas consecutivas de pintura acrílica, primero de manera figurativa a partir del uso de ciertas frutas como moldes, para después realizar formas abstractas y geométricas.



Bajo el título Los animales muertos, Jorge Satorre presenta una instalación y una serie de dibujos ex profesos que surgen como consecuencia de una puesta en escena fabricada entre un acechador y su presa. El proyecto parte de una concepción del relato clásico detectivesco, donde el principal móvil se basa en resolver un caso entre huellas y rastros.



La obra de este artista mexicano parte de la investigación y recolección de sucesos históricos para reinterpretarlos a partir de la articulación de relatos que, si bien comienzan en hechos puntuales, entrelazan elementos ficcionales y subjetivos. Con piezas que conjugan dibujos, esculturas y textos, Satorre explora las relaciones entre el creador de historias e imágenes y su receptor, dando cuenta de la transformación del resultado por el ejercicio mismo de su interpretación.



Esta exposición podrá apreciarse hasta el 18 de febrero del próximo año en el mismo recinto.



Angazi, pero estoy seguro, del colectivo Chimurenga, es una instalación que reimagina a un estudio de radio como un espacio de encuentro, un aula y un laboratorio en el que podrán converger diferentes mundos. A través de la colaboración con artistas, investigadores y colectivos artísticos, el proyecto generará una serie de actividades como parte de una plataforma temporal que surge de su proyecto de radio Pan African Space Station (PASS).



Durante cada semana, hasta el 26 de noviembre, un colaborador invitado ocupará la PASS para proponer una programación diaria en torno a los intereses que han guiado sus prácticas en particular. Las temáticas van desde la identidad africana, la libertad, la colonización desde el cuerpo, el color en la historia, la música afrocolombiana y las pedagogías infinitas, entre otras.



Chimurenga opera como una plataforma para la libertad de ideas y la reflexión política sobre África, por africanos. Fundada por Ntone Edjabe en 2002, se enfoca en las relaciones entre escritura, arte y política a través de proyectos como la revista Chimurenga, la revista The Chronic, la Biblioteca Chimurenga —un recurso en línea de libros personales y publicaciones panamericanas independientes— y la PASS. Su sede se encuentra en Ciudad del Cabo Sudáfrica.



La exposición Angazi, pero estoy seguro se presentará hasta el 7 de enero de 2018.