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Museos 2017-06-09 19:13

Inauguran en Bellas Artes la exposición Picasso &Rivera: Conversaciones a través del tiempo

Con 147 obras abarca el periodo de 1900 a 1950

Inauguran en Bellas Artes la exposición Picasso & Rivera:

Conversaciones a través del tiempo



ï‚· La magna muestra se suma a las más de mil 900 exposiciones que se

han organizado dentro y fuera del país de 2013 a la fecha: María Cristina

García Cepeda



Audio: Adjunto

Un diálogo abierto entre dos genios de la pintura universal a través de 147 obras

entre óleos, obra gráfica y decenas de objetos grecorromanos, ibéricos y aztecas,

son presentados en la magna exposición Picasso & Rivera: Conversaciones a

través del tiempo, inaugurada la noche del jueves 8 de junio en el Palacio de

Bellas Artes.

María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura, afirmó que esta

exposición además de permitir al público ser testigo de cómo, a través de la forma

y el color conversan dos genios del arte universal, refrenda el compromiso del

Gobierno de la República para ampliar los beneficios de la cultura al mayor

número de personas, algo patente también en las más de mil 900 exposiciones

artísticas que se han realizado dentro y fuera de nuestro país de 2013 a 2017 a las

que han asistido cerca de 30 millones de personas.

En la ceremonia de apertura estuvieron presentes la titular de Cultura del

Gobierno de la República, María Cristina García Cepeda; Lidia Camacho, directora

general del Instituto Nacional de Bellas Artes; Erol Ok, director del Museo Nacional

de Picasso en París; Guadalupe Rivera Marín, presidenta de la Fundación Diego

Rivera e hija de Diego Rivera; Miguel Fernández Félix, director del Museo del

Palacio de Bellas Artes y los curadores de la exposición Diana Magaloni y Juan

Coronel Rivera.

La

secretaria de Cultura recordó que en 1905 el joven Diego Rivera obtuvo de Justo

Sierra, entonces secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes apoyos

económicos para viajar y estudiar en Europa. De España se trasladó a París en

1909 y en 1914 conoció a Pablo Picasso en el año convulso de la Primera Guerra

Mundial, en el amanecer de un siglo de experimentación artística que marca el

encuentro de dos referentes del arte universal.

María Cristina García Cepeda explicó que la exposición abarca el periodo

comprendido entre 1900 y 1950, medio siglo en el que estos artistas participaron

de las nuevas miradas que trajo consigo el modernismo y fue a partir de los

vínculos que estos artistas crearon que se propuso una revisión sobre la identidad

que los ha hecho tan arraigados a sus lugares de origen y a la vez, tan

universales.

Agregó que México mantiene un diálogo cultural con el mundo y ha realizado

múltiples acuerdos con instituciones culturales de diferentes países que permiten

seguir presentando en nuestros escenarios, foros y salas de exhibición actividades

y exposiciones de excelencia, aspecto que con esta muestra se pone de

manifiesto con la rica y fructífera colaboración entre el museo del Palacio de

Bellas Artes y el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles.

La secretaria de Cultura refirió que museos y coleccionistas nacionales y

extranjeros se sumaron con entusiasmo a este proyecto aportando obras de

enorme valía que se conjuntan para realizar este viaje que va mas allá de las artes

visuales y que tendrá ecos en la manera como hoy entendemos las corrientes

artísticas.



Lidia Camacho, directora general del INBA, dijo que esta muestra permitirá al

público acercarse a dos figuras que dejaron una profunda huella en su arte y su

tiempo, mostrando los propósitos y procedimientos que estuvieron detrás de sus

obras entre 1900 y 1950, otorgando una nueva perspectiva de su trabajo

Durante el recorrido por la exposición, el público pudo disfrutar de dos de los

cuadros centrales de la muestra que son el símbolo del diálogo entre ambos

pintores: el cuadro Retrato de Sebastia Juñer Vidal, obra realizada por Picasso en

1903 y que ha sido exhibida pocas veces fuera de Francia, así como La parte de

Pedro, obra realista pintada por Diego Rivera en 1907.

Destacan asimismo las pinturas cubistas El poeta y Retrato del escultor Elie

Indenbauh, realizadas por Picasso y Rivera, respectivamente en 1912 y 1913.



Otras piezas relevantes que los visitantes pueden apreciar son Hombre con

bombín sentado en un sillón (Picasso 1915), El arquitecto (Rivera 1915-1916),

Cabeza de arlequín (Picasso 1913), Marinero almorzando (Rivera 1914), así como

los Estudios de pintura facial, realizados por Diego Rivera entre 1955 y 1956 como

parte de sus investigaciones sobre la estética prehispánica.

En la sección América y Europa, en contraste, se exhiben numerosas piezas

antiguas que complementan la exposición al mostrar el acercamiento que tuvo

Picasso al clasicismo durante 1930, en particular con la Suite Vollard y sus

ilustraciones para Las metamorfosis de Ovidio.

Destacan piezas como la Crátera de caliz, elaborada en Grecia entre el 450 y

460 a.C. Por parte de Diego Rivera sus influencias se muestran con piezas como

la Escultura antropomorfa mexica hallada en Tlalmanalco y perteneciente al

posclásico entre 1250 y 1521 d.C.

La magna muestra se corona con obras que muestran la plenitud y

experiencia de ambos artistas como Bañista de Tehuantepec, El día de flores

Xochimilco, El amigo de Frida y Vendedora de alcatraces de Diego Rivera, así

como La flauta de Pan, Minotauro corriendo y Gran bañista, de Pablo Picasso.

La exposición Picasso & Rivera: Conversaciones a través del tiempo, se

exhibe hasta el 17 de septiembre en el Museo del Palacio de Bellas Artes, Avenida

Juárez esquina con Eje Central, Centro Histórico de la Ciudad de México.

HBL

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