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Museos 2017-05-23 17:25

Será exhibida en Yucatán la muestra Gerardo Cantú. Un mismo amor, vivencias y videncias

Será exhibida en Yucatán la muestra Gerardo Cantú.

Un mismo amor, vivencias y videncias


· La retrospectiva, realizada por el Museo Mural Diego Rivera, estará abierta del 10 de junio al 15 de octubre en el Museo de la Ciudad de Mérida


El artista plástico Gerardo Cantú presentará en Yucatán la retrospectiva Gerardo Cantú. Un mismo amor, vivencias y videncias, realizada por el Museo Mural Diego Rivera, y la cual estará abierta al público del 10 de junio al 15 de octubre en el Museo de la Ciudad de Mérida.



Con esta exposición, el artista volverá a la entidad: “Regresaré justamente a un recinto donde expuse hace algunos años”, explica Cantú en entrevista.



Bajo la curaduría de Magaly Hernández, la muestra representa un panorama de las diferentes etapas creativas del artista, en las que ha cultivado el grabado, el dibujo, la pintura de caballete y el muralismo.



Entre las piezas que podrán ser apreciadas estará su serie de Celestinas, “una colección que puede ser vista como novelas en las que el público tiene que hallar las historias dentro de ella. Mi deseo es que en estas obras la gente encuentre algo nuevo cada vez que las observa”.





Dividido en cuatro núcleos: Obra temprana: Europa, retratos y naturalezas muertas; Grabado: puerta al gran público; Amor y humor, y La esencia del dibujo, el recorrido comprende los principales temas y preocupaciones que Cantú ha abordado en su carrera: “Hay retrato, naturalezas muertas, paisaje. Soy un artista figurativo. Me parece que México ofrece grandes posibilidades para hacer temas literarios, religiosos, naturales.



“Siempre me ha interesado pintar lo que me rodea, los paisajes, las mujeres, las flores. Yo he sentido esa necesidad y ese gusto, además de estar informado sobre la situación política que nos embarga, denunciando cuando es necesario. Eso fue lo que me enseñaron los grandes maestros: a estar con la gente, a amar nuestra cultura prehispánica”.



Conocido como uno de los últimos exponentes de la Escuela Mexicana de Pintura, el artista reconoce la gran influencia que Diego Rivera dejó en su formación. “Llegué a los 19 años a la Ciudad de México, donde trabajé en el taller del maestro Diego Rivera. Con él conocí al general Lázaro Cárdenas, a David Alfaro Siqueiros y trabajé en el Taller de Gráfica Popular.



“Después vinieron cambios; vino la Ruptura. Sin embargo, para mí, el arte tiene una sola respuesta: el hombre siempre ha pintado al hombre a través de los tiempos. Eso está en mi obra y fue lo que me permitió seguir y no caer en abstraccionismos intelectualizados. No son malos, no están mal, pero siempre me han parecido fragmentos de un gran cuadro.

“A mi generación le tocó vivir una época de grandes dibujantes, como Pablo Picasso y el mismo Rivera. La sección La esencia del dibujo viene de esa etapa. Todos nos hicimos dibujantes y grabadores; aprendimos a trabajar la línea, las deformaciones, los claroscuros, para adentrarnos en la esencia del arte. Esta sección muestra esa parte en la que uno se revisa y quedan escenas muy especiales. A veces uno se expresa mejor dibujando que pintando, porque el dibujo proyecta la pasión que uno tiene”.



Para el creador, la literatura y la tradición bíblica han sido fuente de grandes temas, los cuales aglutina el apartado Amor y humor. “La literatura ha ocupado un lugar importante en mi vida. Incluso, a veces, también escribo poesía. La literatura es lo mismo que la pintura: compartimos temas, como los religiosos. Ahí está La última cena, de la cual hice mi propia versión en La cena de los apóstoles, o mi serie de Celestinas”.

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