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Teatro 2017-03-19 21:44

Última función de Los hambrientos, el martes 21 de marzo en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque





Última función de Los hambrientos, el martes 21 de marzo en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque





· Documental escénico de la compañía TeatroSinParedes que aborda las formas de control social a través de los alimentos





La compañía TeatroSinParedes ofrecerá la última función de Los hambrientos, obra que apuesta por renovar las formas de producción escénica con lo que ha dado en llamar documental escénico, el martes 21 de marzo a las 20:00 en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque.



En su afán de generar espacios de reflexión y convivencia directa con el público, en esta ocasión a través de la proyección de viñetas documentales y cápsulas científicas, así como escenas dramatizadas y actos performáticos, TeatroSinParedes aborda un tema poco frecuente en los escenarios: la desastrosa alimentación del ser humano en las sociedades contemporáneas, afirma el director del montaje, David Psalmon.



De esta forma, Los hambrientos es la escenificación de una investigación documental sobre la alimentación en la cual se busca demostrar que “lo que el ser humano come, determina lo que piensa”.



Basada en el concepto de biopolítica acuñado por el filósofo francés Michel Foucault, la obra plantea que el control de la sociedad capitalista sobre el ser humano no solo se da a través de la conciencia o la ideología, sino también del cuerpo, de sus procesos biológicos y, sobre todo, de su alimentación.



La compañía invita al público a asistir al teatro con comida para compartir. Todo inicia con una charla de los actores con los asistentes acerca de algunos conceptos filosóficos. Luego se presentan cuatro escenas en las que, con proyecciones y la interpretación de los actores, se analizan alimentos como la azúcar, la carne y las grasas.



De esta manera, se ofrecen datos de producción, ganancias, procedimientos, sustancias agregadas a los alimentos para su venta y las consecuencias de la ingesta desmedida de esos productos, generalmente alterados de manera artificial.



El cuarto y último acto consiste en una invitación a los asistentes a compartir alimentos: los que llevaron y los que ofrece la producción: frutas, verduras, legumbres e infusiones, así como una plática final con el público.



La obra cuenta con las actuaciones de Beatriz Luna, David Psalmon, Jorge Maldonado, Karim Torres, Itzel Tovar, Karla Sánchez y Sébastien Lange, y la voz en off de Joaquín Cosío. El diseño de iluminación es de David Psalmon, y la escenografía, de Ana Patricia Yáñez.



David Psalmon comentó: “TeatroSinParedes es un colectivo obsesionado por generar espacios de reflexión y convivencia con el público, con temas conectados con nuestro entorno social, político, ético y filosófico, y con problemáticas de nuestro tiempo.



“Ahora hablamos de la alimentación como una forma de control social, inspirados en la obra del filósofo francés Michael Foucault, en su concepto de biopolítica que dice que los sistemas de control no buscan dominar únicamente lo que pensamos, sino también nuestro cuerpo entero y sus procesos biológicos; lo que entra y constituye estos cuerpos, es decir, nuestra alimentación.



“Los alimentos están procesados y modificados con sustancias agregadas, compuestos químicos que crean efectos secundarios, vicios y adicciones. Nuestros antepasados no tenían las enfermedades que se tienen hoy. Y eso nos preguntamos y encontramos que es a partir de la alimentación, de la industria agroalimentaria, que se nos convierte en dependientes. Creemos que es necesario recuperar nuestra independencia alimenticia”.



Agregó que para satisfacer la demanda creada de alimentos se recurre a prácticas que significan la destrucción del planeta, de los campos, de la flora y de la fauna. “Por ejemplo, se devastan los campos que sirven para alimentar a animales destinados al consumo humano. Es un círculo vicioso de destrucción y enfermedades. En México se consumen 63 kilogramos de carne por persona al año.



“En TeatroSinParedes vinculamos la ciencia con el teatro; la ciencia tomada como reflexión sobre las consecuencias de las acciones de los humanos. Es una conexión fuerte con la ciencia, como fuente informativa que nos da datos de lo que sucede hoy en día. Nos acercamos a una realidad científica y a través del teatro tratamos de incidir para modificar esa cotidianidad”.



Para abordar de manera diferente los temas de nuestro tiempo, David Psalmon cree que es necesario modificar las formas de producción. Para ello, dijo, TeatroSinParedes recurre al documental escénico y así logra el objetivo: reflexionar junto con el público acerca de los distintos modos de control social.



La obra está dirigida a todo público, a jóvenes y a sus padres preocupados porque sus hijos se documenten de forma inteligente, sin que se les esconda la realidad.



“Aquí no hay anécdota, porque es un documental escénico. No nos hemos preocupado por trabajar de una forma tradicional. No hay ficción, sino una realidad de frente con escenas a veces dramatizadas por actores que nos violentan a momentos con la verdad.



“Por otro lado, la compañía comparte intereses y eso nos ayuda mucho a abordar el tema de manera transversal. Los actores colaboran en todo el proceso. No hay una figura propiamente que indique por dónde ir ni qué hacer. Estamos tratando de acabar con esa forma de trabajo para colaborar todos en el proceso creativo. Estamos renunciando a esas formas piramidales y dictatoriales de hacer teatro”, concluyó.

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