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Museos 2017-01-09 19:36

Pectoral prehispánico de concha y piedra verde se exhibe en el Centro INAH Sinaloa

Pectoral prehispánico de concha y piedra verde se exhibe en el Centro INAH Sinaloa



*** El objeto se compone de mil 922 cuentas que fueron encontradas dispersas en el área de Teacapán, municipio de Escuinapa



*** Luego de realizar diversas investigaciones, especialistas del INAH comprobaron que formaron parte de un pectoral; la pieza se armó hipotéticamente siguiendo su geometría



A partir de este lunes 9 de enero se encuentra en exhibición un pectoral prehispánico armado de manera hipotética con mil 922 cuentas de concha y piedras verdes labradas procedentes de Teacapán, en el municipio de Escuinapa, Sinaloa. La pieza se muestra en la sede del Centro INAH-Sinaloa, en Culiacán.



Se trata de un conjunto de cuentas que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recuperó dispersas, y con base en investigaciones realizadas por los arqueólogos Luis Alfonso Grave Tirado y Dina Gabriela Basurto Félix, fue posible contextualizarlas como parte de un pectoral prehispánico.



Las investigaciones ubicaron el lugar de procedencia de las cuentas en un conchal de ostión cercano a Teacapán, localizado al sur de Sinaloa, en el municipio de Escuinapa, dentro de la región de las Marismas Nacionales, un extenso complejo de lagunas costeras, agua salobre, manglares, pantanos y cañadas donde, hasta el momento, el INAH ha registrado 627 sitios arqueológicos, en su mayoría concheros.



Los especialistas realizaron la limpieza, medición, análisis y clasificación por materiales, lo que permitió conocer más sobre las técnicas de manufactura y comparar la pieza con otras similares que se han hallado en Sinaloa y en el Occidente de México. Estos estudios aportaron elementos para contextualizar el acervo y realizar diversos ensayos de armado hipotético.



Asimismo, se revisaron diversas investigaciones de las culturas prehispánicas de la región de Sinaloa, Nayarit y Jalisco, así como de Sonora y Baja California, que pudieran aportar antecedentes de este tipo de manifestaciones materiales.



Lo que se tomó en cuenta para el armado hipotético del pectoral fue la geometría de las piezas, con el fin de establecer cómo pudieran embonar una con otra, así como la función de las mismas, de acuerdo con su resistencia y cantidad. La propuesta la realizó el arqueólogo Gibrán de la Torre y el armado final lo hizo el arqueólogo Jesús Aguilar Barjas.



Las primeras piezas armadas fueron los canutillos o cuentas tubulares pequeñas, que conforman 70% del conjunto. Según el diseño iban acomodadas a modo de red, haciendo referencia a los grupos de pescadores que habitaron la región. El ejemplo etnográfico de este tipo de pectorales se encuentra entre los grupos cucapá que habitan el norte de Baja California.



Para realizar este diseño se empezó con una hilada de 69 cuentas tubulares y posteriormente nueve hiladas más que fueron unidas por una cuenta al medio de cada sección. Se utilizó hilo nylon de 0.25m. Terminado el tejido de red se integraron las piezas triangulares, las de rueda, las tubulares largas y las de piedra verde para hacer el borde.



De acuerdo con los especialistas, el uso de adornos de piedra verde y concha, juntos o por separado, en el occidente y noreste de México se remonta hasta por lo menos los inicios de nuestra era. Diversos antecedentes y descubrimientos señalan que en esta región del país se utilizaban las conchas y piedras como ajuares funerarios: en la sierra de El Nayar, en un sitio conocido como cerro del Huiste, se encontraron varios entierros humanos con atavíos, entre ellos, un individuo porta un pectoral de concha.



Otro sitio es el cañón de Bolaños, donde el INAH recuperó artefactos de concha como parte de un ajuar funerario. Uno de los cuerpos estaba acompañado de 400 cuentas circulares y dos brazaletes de concha, y otro entierro portaba una máscara hecha de mosaicos del mismo material.



En Sinaloa, los ornamentos de concha fueron usados como un bien de prestigio, en especial los elaborados con especies poco comunes; sin embargo, en el estado no ha sido frecuente el hallazgo de este tipo de ornamentos.



De ahí la importancia de que el INAH haya recuperado el conjunto de piedras verdes y cuentas de concha que ahora se presentan unidas en esta reconstrucción hipotética, destacó el director del Centro INAH-Sinaloa, Francisco Ríos Avendaño, durante la apertura de la exhibición, en la que destacó la riqueza del patrimonio arqueológico del estado, poco conocida.



El Pectoral de Teacapán permanecerá en exhibición en las instalaciones del Centro INAH Sinaloa, en Culiacán (calle Ángel Flores 154, Oriente, Centro Histórico) hasta el 15 de febrero. Posteriormente será llevado al Museo Arqueológico de Mazatlán, donde se mostrará al público de manera permanente a partir del 17 de febrero próximo.

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