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Museos 2016-10-26 20:55

La Escuela de Artesanías presentará una ofrenda monumental en el Palacio de Bellas Artes



La Escuela de Artesanías presentará una ofrenda monumental en el Palacio de Bellas Artes



o El elemento principal será un esqueleto danzante de más de tres metros de altura que rinde tributo a los pueblos yaqui y mayo



o Podrá ser visitada en el vestíbulo del recinto de mármol del 26 de octubre al 3 de noviembre





Para unirse a una de las tradiciones más representativas de la cultura mexicana, el Día de Muertos, el Instituto Nacional de Bellas Artes presentará una ofrenda monumental en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, la cual fue realizada por alumnos y maestros de la Escuela de Artesanías. Podrá ser visitada del 26 de octubre al 3 de noviembre, de las 10:00 a las 17:00.



Se trata de una tradición que la Escuela de Artesanías retomó desde hace varios años y en la que participan estudiantes de las ocho especialidades que la institución imparte: cerámica, ebanistería, estampado, joyería y orfebrería, esmaltes, metales, textiles y vitrales, además de las áreas de actividades artísticas, metodológicas y teóricas, y el personal docente.



En su edición de 2016, la ofrenda monumental del Palacio de Bellas Artes brinda una reinterpretación del danzante que representa al venado en la conocida Danza del venado de los pueblos yaqui y mayo del norte de la República, para la cual se ha elaborado un esqueleto de más de tres metros de altura.



“Esta es una danza de vida, y el Día de Muertos es una celebración de vida en vez de un día triste, por lo que nos pareció muy adecuado el venado, un animal acechado por los peligros y que ofrenda su existencia para que el ciclo de la vida continúe”, comentó en entrevista Marco Antonio López, coordinador de la ofrenda y secretario académico de la Escuela de Artesanías.



“El reto fue el tamaño de la figura, por lo que el trabajo de cada una de sus partes se repartió en los diversos talleres de la escuela. Los pies, las manos y la cara están hechos de cerámica; los brazos y las piernas tienen una estructura de metal y fueron realizados en madera; el torso esta elaborado en metal forjado, y la cabeza es un vitromosaico”.



Explicó que el taller de esmaltes se ha encargado de hacer las sonajas de cobre esmaltado; el de estampado, el paliacate; el de textiles, el taparrabo y las fajillas, y el de joyería, los cascabeles. “El esqueleto danzante es el centro de la ofrenda y estará encima de un tambor de estructura metálica de dos metros de diámetro que tendrá un forro impreso con la letra del canto de la Danza del venado”.



Además de la figura principal, la exhibición contará con algunos de los elementos de una ofrenda tradicional, como manteles de papel picado, flores de cempasúchil, calaveritas de azúcar y amaranto, sal y pan de muerto. “Es un trabajo realizado en colaboración con los coordinadores de cada área de la escuela. Tres meses antes se les pide que generen una idea y luego se trabaja en conjunto.



“Cada año se ha tratado de superar lo logrado anteriormente en cuanto a desempeño y concepto. Antes, cada taller trabajaba por separado, y este es el primer año en el que todos colaboramos en una sola pieza. De ahí su tamaño”.



Resaltó, asimismo, la labor realizada por los maestros de la escuela “personas muy hábiles, talentosas y excelentes artesanos. Los alumnos también han respondido muy bien, al percatarse de la magnitud y la complejidad técnica que requiere la elaboración de cada una de las piezas. Son muy comprometidos.



“Para nosotros, el Día de Muertos es como la fiesta de la escuela, y cada año ha ido creciendo el acervo de piezas que se elaboran para este fin. Las artesanías, como expresión cultural y como objetos con significados, seguirán vivas, pero hay que atesorar los procesos, los personajes que existen y la forma de hacer las cosas”.



Por su parte, María Julieta Ramírez, directora de la Escuela de Artesanías, recordó que ya son ocho años los que se ha presentado la ofrenda monumental en el Palacio de Bellas Artes. “En esta labor nos adecuamos a los requerimientos propios de la sede, porque estamos dentro de una obra artística protegida. Se trata de una gran oportunidad de mostrar lo que hacemos”.

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