Ciclo Danza FR
Marguy Marin, coreógrafa que trabaja en el radicalismo
Presentan en el Cenart una selección de videos de la artista
desde los años ochenta hasta Retour sur Umwelt (2004)
Con introducción y comentarios de Aureline Roy
En los años setenta hubo una corriente denominada post modern
dance, en la que los artistas trataron de enfocarse más en el
movimiento y no tanto en la técnica, “ya no era un movimiento bueno o
malo, se empezaron a fijar en una serie de acciones que eran parte de
nuestra vida cotidiana y es lo que trabaja Marguy Marin”, afirmó
Aureline Roy, especialista del Centro Nacional de la Danza en París,
Francia.
Estos happenings o performance se interesaban en la
gestualidad cotidiana, como peinarse el cabello, beberse un vaso de
agua, barrer, etcétera, no era una idea de límites ni restricciones, era
volver a la base del movimiento a interesarse en qué ocurre en nuestro
cuerpo finalmente, cuáles son los gestos que realizamos
cotidianamente, si el hecho de beber un vaso de agua no es una
escritura del movimiento, ¿qué hace que levante el brazo?, abra la
botella, me lleve la botella a los labios, ¿acaso no es eso coreografía?
Porque la coreografía es la escritura del movimiento, entonces un
movimiento coreográfico puede ser sacar la lengua o beberme un vaso
de agua.
Estas y otras premisas en torno a la creación coreográfica de la
artista Marguy Marin, pudieron ser discutidas después de la
proyección de Retour sur Umwelt, el miércoles 22 de abril en el Aula
Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes (Cenart),
en el marco del ciclo Danza FR, con la participación de Aureline Roy.
Marguy Marin, nació en Toulouse en 1951, en donde comenzó
su entrenamiento dancístico, en el Conservatorio de dicha ciudad, y
después en Estrasburgo. En 1970, ingresó a la Escuela Mudra, creada
por Maurice Béjart en Bruselas. Posteriormente, ella crea su propia
compañía en 1980, y a partir de 1985 dirige un centro coreográfico en
el sur de Francia, en la ciudad de Lyon.
Retour de Umwelt, es un montaje realizado por Marguy Marin,
bailarina y coreógrafa de los años cincuenta, presentada en Francia y
en Europa en 2004.
“La obra recibió una acogida sumamente abrupta y polémica,
porque el público se violentó al presentar el montaje en la Cinemateca
de Francia en 2004”, comentó la también artista plástica. En el 2010,
cuando visitó México obtuvo la misma respuesta por parte del público
con su puesta en escena May B (1981).
No fue una obra de danza per se, es una pieza radical
minimalista con millones de acciones correspondientes a lo cotidiano,
umwelt es una palabra alemana que significa ambiente o entorno;
entonces es una especie de alegoría a la sociedad y son a la vez
acciones tan diversas como arrojar un pañuelo, comerse una
manzana, transportar una plantita de aquí a allá, correr, silbar, escupir,
etcétera, miles de acciones cotidianas que ocurren en nuestro entorno
y que integra en sus coreografías, son micro movimientos que no
cesan de aparecer y desaparecer.
Ella lleva cada vez más lejos estas acciones para ver una
reacción en el mundo, una reacción al terrorismo, a la violencia, a la
obra. También lo que irritó al público es que hay tres guitarras
eléctricas que están sonando durante una hora y eso realmente
perturba.
Retour sur Umwelt tiene una serie de paneles donde los
bailarines desaparecen y aparecen, además toman una postura negra
y todo el espectáculo es una especie de flash visual e imagen
subliminal.
La proyección estuvo precedida por algunos fragmentos de
obras que comprenden la trayectoria de Marguy Marin, las cuales
fueron realizadas desde los años ochenta hasta la década del 2000,
tales como: Babel Babel, Dueto del Edén, Cortex, Ram Dam, y Punto
de Fuga, entre otros.
Retour sur Umwelt, muestra el trabajo en el radicalismo, la cual
no es la excepción, sino una continuidad en sus creaciones, pues ella
es radical, agregó Aureline Roy.
GVG